«Una narración moderna, dinámica y profundamente enraizada en las preocupaciones del presente. Una ventana a la cotidianidad del siglo XXI. En Madrid. En uno de sus barrios.» Manuel Rico
La presencia de Klaus, un nuevo vecino de origen alemán que llega a la ciudad para regentar una panadería, abre en la vida de Clara un escenario nuevo, lleno de posibilidades, de experiencias inéditas y de sueños. Amelia Pérez de Villar ha escrito una novela intensa en la que la realidad cotidiana de un barrio, con todas sus servidumbres, gratificaciones y pequeños gozos, se cruza con las dificultades de la vida profesional y el trasfondo de cierto periodismo entre rosa y amarillo, con los retos de la familia desde la perspectiva de una mujer joven, madre y ama de casa obligada, y con las derivas de la amistad, sus luces y sombras.
Si la literatura puede cumplir, junto a otras funciones, la esencial de ofrecernos una mirada crítica hacia el mundo, en esta novela la autora pone a nuestra disposición un auténtico caleidoscopio social y cultural, un fragmento vivo y lleno de matices del mundo contemporáneo. Con ironía, próxima al humor a veces, otras a la causticidad más cruel, y con un lenguaje directo, preciso y envolvente, la autora sitúa al lector ante sus contradicciones y ante sus deseos y fracasos, también ante sus fantasías e insatisfacciones. En su primera novela, El pulso de la desmesura –según la crítica, «una obra audaz y arriesgada»– Amelia Pérez de Villar se enfrentaba al eterno y nunca resuelto problema de nuestra identidad personal y de la propia imagen; ahora, en Mi vida sin microondas, se asoma al costumbrismo de un modo sutil, que bebe en las fuentes de nuestra mejor narrativa contemporánea y agita nuestras conciencias con eficacia y con una mirada insatisfecha y cómplice a la vez.