La calle, el puerto, los conventillos, los corrales, las cárceles eran el magma donde se fraguó un decir que luego se elevaría a canción en las primeras décadas del siglo XX. Ya los trovadores de La Pampa, los payadores, y la gente del sainete después, venían introduciendo el habla popular en sus composiciones. El tango lo hizo en algunos títulos inaugurales, en refranes y cuartetas, precarios, durante el tiempo que le llevó a consolidarse como música y baile. Quienes lo inventaron eran carreros, estibadores, albañiles, pintores de brocha gorda, mecánicos… Y las mujeres brillaron en la interpretación cantada.
Rafael Flores Montenegro está considerado, internacionalmente, como un gran conocedor de esta música, su canción y baile popular. Es autor de originales ensayos literarios sobre sus emblemáticas figuras.
Lunes 12 de diciembre, 20 h. C/Galileo, 52 28015 Madrid.
Entrada libre y gratuita hasta completar aforo