El jueves pasado, día 19 de noviembre, tuvo lugar en Zaragoza la jornada organizada por la Asociación Colegial de Escritores de España, con el fin de conocer la situación de la literatura y del mundo del libro en Aragón. La mesa redonda de la mañana, tal y como explicó el Vicepresidente primero de ACE, Rafael Soler, pretendía ser una reflexión compartida sobre el estado de la literatura en Aragón y abrir nuevos cauces de colaboración y participación entre ACE España y la Asociación de Aragonesa de Escritores. Moderados por el escritor y periodista, Antón Castro, los ponentes Juan Bolea, José Luis Acín, Jose Luis Corral y Francisco Goyanes, pusieron de manifiesto, en general, que la literatura aragonesa posee un mágnifico elenco de escritores tanto de narradores para adultos como de aquellos que se dedican a literatura infantil y juvenil, sin olvidar a los ilustradores. Bien, es cierto, que muchos de ellos apuntaron al hecho de que quizá, algunos de éstos no se dan a conococer lo suficiente fuera de la Comunidad Autónoma y también se refirieron a que echaban de menos la existencia de una editorial de referencia con peso en todo el territorio nacional.
En cuanto a la mesa de poesía que tuvo lugar por la tarde muchos autores comentaron la convivencia de poetas consagrados y con visibilidad nacional con un gran número de poetas jóvenes con una obra interesante y a la búsqueda de nuevas formas expresivas. Existe un cua
ntioso elenco de poetas que escriben en Aragón pero no especicamente son de la tierra. También se habló de la ncesidad de la presencia de las editoriales aragonesas en ferias y certámenes internacionales del libro. Algo sumamente interesnte es el uso del rap como recurso narrativo. Se pone también de manifiesto los nuevos movimientos de poetas jóvenes que se reunen en pequeños locales, y que desdeñana a los medios convencionales de comunicación y consideran que su lugares de referencia son las librerías.
Por último, en la mesa que cerró el acto se habló de la narrativa y de los novelistas, casi todos los ponenetes estuvieron de acuerdo que Zaragoza se ha convertido un espacio narrativo propio. También se comentó la creciete proyección nacional de dichos escritores y un marcado auge de la novela infantil y juvenil.